viernes, 16 de marzo de 2012

Crónicas desde el cielo: Besos para el Cipri.14/09/2010

Olga Ramos y El Cipri
La idea surgió en gran parte , por "culpa" del facebook. Quisimos hacer un muro para homenajear a Don Enrique Ramirez de Gamboa, el Cipri. La media naranja de la cupletista que reinventó el género: Olga Ramos. Era el Cipri un hombre de gran cultura y decidimos enviarle en forma de beso, videos, postales, poemas, canciones, una cada noche para que nunca fuese olvidado el que fue gran compositor, marido, padre y abuelo. El título de su muro me inspiró un pequeño relato, que en un principio le envié a su hija Olga María Ramos.
 Ella tras leerlo me reto a que escribiera más en forma de recuerdo, siempre documentándome e incluyendo pasajes y anécdotas reales de su vida, de los que ya no están e incluso me daba el título genérico:
"Crónicas desde el cielo". Así titulé el primero Crónicas desde el cielo: Besos para el Cipri. Espero que os guste.Admito sugerencias para nuestras crónicas celestiales.

Crónicas desde el cielo: Besos para el Cipri.

Esta noche, como viene haciendo desde hace unas semanas, la figura menudita del Cipri, se acerca a su “nube de contactos virtuales”, mientras su bella Olga le espera acostada en su camita de algodón de nubes esponjosas , mientras hojea las páginas de suaves colores pastel de la “Gaceta Celestial” y relee una nueva partitura de acordes para cometas y constelaciones zodiacales, que mañana interpretarán juntos en el “Café del Universo” o “Universal”, como les gusta llamarlo a ambos, quizás recordando viejos tiempos.
Enrique, “El Cipri”, como fue conocido en otros mundos y ahora lo es en su nuevo domicilio etéreo, pulsa las teclas de su “artilugio de acercamientos terrenales” y se dispone a leer y escuchar los textos, poemas y “peliculitas” que sus “amigos” conocidos y desconocidos que ya suman más de cien, le envían cada noche unos y cada mañana otros en lo que ellos llaman: “El muro”, aunque no tiene cemento ni ladrillos, y al que incluso le han puesto un título :”Besos para el Cipri” y una fotografía suya.
-“¿Vienes, Cipri?- Oye decir a “su costilla”.
-“¡Ya voy, Olga, ya voy!, ¿Sabes, hoy me han mandado quince besos y me dicen que los comparta contigo?”- le contesta con una mirada de picardía y una sonrisilla en el rabillo de los ojos.
-“Además, una de mis “amigas”, nos envía un cuplé de nuestra niña”, ¿Quieres verlo?- le dice orgulloso e ilusionado.
-¿De nuestra Olguita?, ¡Espera voy a verlo!- exclama Olga, saltando de la cama.
Olga y Cipri, ensimismados comparten los besos y la música.
Curioso… Besos y música, como llevan haciendo desde hace muchos años.
-“¿Sabes Olga?- dice el Cipri, mientras se lleva la mano a su orejilla para escuchar mejor la música de su nena- “Me gusta que me manden besos”
-“¿Sabes Cipri?- asiente Olga… ¡”Me gusta que te los manden”!



Semblanza biográfica de Enrique Ramírez de Gamboa. "EL CIPRI"


Nació en Madrid en 1907. Su madre Patrocinio luchó a brazo partido por sacarlo adelante, pero su corazón se paró en 1919, dejando huérfanos a Enrique y a su hermana mayor Antonia en una época muy difícil para sobrevivir en la capital.
Con 11 años ingresó en las Escuelas Salesianas del Paseo de Ronda. En aquellos sacerdotes encontró al padre que nunca conoció y le convirtieron en un hombre de bien. Allí estudió música y artes gráficas (fue cajista de imprenta, como el personaje Cipri, del cuplé “Ay Cipriano”, de donde tomó su posterior nombre).
Virtuoso del saxofón alto, el clarinete y el bandoneón, pasó por la Banda de Ingenieros. Ya desde 1925, con el apogeo del Cuplé, fue un compositor muy prolífico durante décadas de cuplés, pasodobles, habaneras, fox-trots, boleros, chotises, twist,…
Conoció a Olga Ramos en el Café Universal de la Puerta del Sol de Madrid, tras la guerra civil. El resto de su vida estuvo unido a la belleza y a la personalidad de Olga. Siendo Olga su esposa y su musa, compuso obras maestras como “Evocación”, “El Madriles”, “Si te casas en Madrid”, “¡Ay, papá!”, “Rastro Madrileño”, “Solera de los Madriles”, “La sinventura”, “Torres de Madrid”, “Verbena”, y la tierna y sensible “La yaya”
Aún hoy el “himno oficial” de las Asociaciones Castizas de Madrid es su famoso “Si te casas en Madrid”.
Los asiduos a “Las Noches del Cuplé” siempre recordaremos su figura pequeña y delgada en el local, admirando a su mujer a su hija desde la mayor discreción y el amor familiar más profundo.
Falleció a los 80 años el 20 de Enero de 1988, perdiendo Madrid un personaje clásico y enamorado de las costumbres y los paisajes más castizos de Madrid.
Ojalá algún día la sensibilidad y el agradecimiento de su Madrid del alma le dedique el recuerdo que sin duda merece.

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